lunes, 30 de mayo de 2011

Madrid, 18ª y 20ª de abono. Días de nada, vísperas de menos...

De la corrida del viernes voy a decir poco. Toros de Las Ramblas feos, zancudos, fuera de tipo, mansos y descastados. Mal rematados y sin ningún juego posible. Si el albaceteño Daniel Martinez sigue así la ganadería se nos va. Se pierde. Sucumbe. Alguien tiene que echarle una mano a Daniel. O eso o reorganiza sus ideas y busca lo que debe de encontrar . Ya es la segunda vez que le pasa esta temporada -la primera fue el día de San José en Valencia- y así esto va a pique. Los sobreros de José Vázquez (1º) y de José Luis Iniesta (4º) fueron nobles pero sin casta. Sosotes. Bien El Cid en su primero hasta que le dejó. Bien Fandi en el quinto -en su estilo-. Valiente y algo atropellado Zaldivar en su primero. No pasó nada más, créanme. Y de ganadería albaceteña a ganadería albaceteña y tiro porque me toca. Ayer domingo se lidió una corrida mansa y descastada a la par que fea de Samuel Flores. Sí, toros muy despampanantes, con mucha cara, sobrados de trapío y pitones pero sin nada dentro. Samuel lleva pegando petardos mucho tiempo. Ya casi no recuerdo cuándo fue la última vez que vi a un toro de esta ganadería embestir bien de verdad. La mansedumbre que últimamente atesora esta ganadería es directamente proporcional a su fama. De momento, para mí, tiene fama de mansa. El tercero fue el único que nos regaló algunas embestidas medio buenas. Y repito; algunas embestidas medio buenas porque lo que se dice buenas ni una. El sobrero de Los Chospes (5º) no tuvo ninguna clase. Ante tan lamentables enemigos, sobresalió las formas y el buen momento que atraviesa César Jimenez. Le veo mejor que nunca. Muy seguro y muy torero. Toreó bien a ese tercero pero mató horrorosamente mal, con un bajonazo imperdonable. Escuchó una merecida ovación a su labor con ese toro. Del resto de la corrida destaco el excelente tercio de banderillas de Ferrera en el quinto, vibrante y emotivo. Con el segundo se zafó en los terrenos del 5 y logró pegar algún muletazo de mérito. También mató muy mal. De Padilla no tengo nada que decir. Bueno sí, que asesinó a sus dos toros con dos bajonazos a traición. Entiendo que sea difícil matar a esos toros con esa anchura de pitones, pero por lo menos hay que disimularlo más y mejor. Y arriesgar algo, aunque sea un poco. Ya no quedan Miguelines ni Galanes que se encunen entre los pitones “a ver qué pasa”. Tampoco hay muchos que maten bien hoy en día. Aunque pensándolo mejor, las dos últimas corridas de a pié no hubieran necesitado de estoques afilados ni de matadores consumados. Con haber ido directamente al matadero habría sido suficiente y de paso nos habríamos ahorrado tiempo y algún que otro disgusto.

viernes, 27 de mayo de 2011

Madrid, 17ª de abono. Sólo uno...

La corrida El Cortijillo traía la expectación de los alcurrucenes. La misma mano que mece la cuna se mueve entre las dos ganaderías. Prácticamente lo mismo: Núñez. Y los mismos: los Lozano. Ayer sólo uno hizo honor al famoso encaste; el segundo. Fue este un toro que duró, que tuvo emoción, que humilló y sobretodo que se movió con transmisión. Con una embestida por el pitón izquierdo qué más parecía de carretón de entrenamiento que de animal salvaje. Soberbio el toro por ahí. Largo, profundo... Morenito de Aranda lo aprovechó a medias. Consiguió tandas muy meritorias por ese lado izquierdo, poniendo a todo el mundo de acuerdo. Emocionó al respetable hasta que aquello se difuminó poco a poco. Mató regular y falló con el descabello. La posible apoteosis quedó en ovación con saludos. Otro toro que se fue al desolladero con la sensación de que podía haber consagrado a los altares a su matador. Que te salga uno de esos en Madrid y no lo exprimas es como que si te toca la lotería y no vas al banco a cobrarla porque piensas que te va a volver a tocar. Así de simple. Castella y Morenito lo piensan, seguro. Hay que dejarse la vida en el ruedo, entregarlo todo, aunque sólo sea en Madrid. Después ya te hincharás a pasar el trámite en los pueblos y a rellenar el expediente. No sé si me explico. Del resto de la corrida poco o nada que decir. Los cinco toros restantes no dieron opciones. Ni Urdiales ni mi paisano Tendero pudieron mostrar nada, ni siquiera una sonrisa en toda la tarde. Y es que a cualquiera se le pondría cara de perro con esos bueyes que salieron ayer en Madrid...

jueves, 26 de mayo de 2011

Madrid, 16ª de abono. Pudo haber más...

La ilusión que tenía ayer a eso de las ocho menos cuarto de la tarde se fue diluyendo justo en ese momento hasta convertirse en un bálsamo de frustración . La corrida empezó mejor que bien. Los dos primeros de Alcurrucén se dejaron torear. Con recorrido, humillación, duración, casta y fondo, mucho fondo. Tanto a uno como a otro se le pegaron muchos muletazos y llegaron enteros al final de faena, cosa a la que no estábamos acostumbrados no sólo en esta feria, sino en muchas. La tónica habitual es que los toros echen la persiana a las primeras de cambio y digan “nunca más”. De esos dos toros buenos el mejor fue el segundo, ya que el primero, aunque encastado y con fondo, se metía para adentro en algunos muletazos y tenía el defecto de soltar la cabeza y puntear los engaños . Aún así se dejó y mucho. El segundo fue un dechado de casta, bravura y duración. Humilló mucho y Sebastian Castella lo aprovechó a medias. Y digo a medias porque ese toro era de dos orejas claras. Creo que al torero francés le pilló en frío y de sopetón, como si fuera imposible que un segundo toro a estas alturas de la feria fuera a embestir como embistió el de Alcurrucén. Probablemente este sea uno de los toros de la feria. Aún así le cortó una oreja que a mí particularmente me supo a poco. Con el otro no tuvo opción al ser manso y descastado. Perera definitivamente no ha tenido suerte esta feria. Bueno sí. Ha tenido suerte de salir ileso tras la voltereta tan espeluznante del otro día y el resvalón de ayer que casi le cuesta una desgracia. Todo lo que ha lidiado, por lo menos ayer, ha sido ganado más propicio para las calles que para hacer el toreo. No se le ha podido ver nada. Tan sólo su valor, su disposición y su vergüenza torera, que le sobra. Sigo pasándolo mal cuando veo a este torero. Se queda tan quieto que hace que en todo momento le vea cogido. Ayer, para más inri mató muy mal y el público le pitó cuando se fue de la plaza. Y es que aunque no tengas suerte con los toros, el tapabocas de la espada es el único que puede impedir las ganas de chillar al torero del público. Joselito Adame anduvo decidido con sus dos toros. Con el primero, estuvo voluntarioso y un poco acelerado ante tanta embestida por abajo. Otro torero más puesto le habría formado un taco a ese toro. Adame lo toreó por ambos lados y en más de un momento se vio sobrepasado por el de Alcurrucén. Para mí perdió la batalla ante ese buen primero. Con el sexto, el discurso fue otro. Con un toro más bien mansote se la jugó y a base de ponérsela consiguió sacar doce o catorce muletazos medio buenos que junto a una media estocada arriba le permitieron escuchar una fuerte ovación desde el tercio. A este chico le queda mucho por recorrer, y ese camino normalmente está lleno de baches y piedras. Veremos lo que tardan en ofrecerle el último vagón del tren, ese en el que viajan victorinos, miuras, palhas, pablorromeros y demás golosinas amargas. Por suerte o por desgracia, todos conocemos casos así. Siempre le será más fácil subir a ese vagón con el tren en marcha que tirarse de él cuando debajo no hay nada.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Madrid, 14ª y 15ª de abono. Entre masos anda el juego...

Pasaron estos dos días, taurinamente hablando, y pasar lo que se dice pasar pasó poco. Prácticamente nada. Ayer, la novillada de Montealto resultó mansísima y descastada. Ni uno embistió por derecho y con calidad. Con tal material delante, los chavales poco pudieron hacer. De los tres actuantes me gustó el mejicano Sergio Flores. Este es de esos que de momento está en novillero. Más adelante ya veremos. Me gustó su garra, su quietud y sobretodo su actitud. El palco le negó una oreja cuanto menos discutible. Petición desde luego la había, pero cada uno ve más o menos según mire al sol o a la sombra. Se negó a dar la vuelta al ruedo. Alguien tiene que explicarle la importancia que tiene dar una vuelta al ruedo en Madrid, que creo que no lo sabe. Habrá que estar pendiente de él. De Lopez Simón esperaba mucho más. Y sobra decir que no me gustó ese inicio de rodillas en el primero de su lote. Parece mentira que nadie le haya dicho que eso mas bién molesta que gusta en Madrid. Thomas Dufau sólo pudo dar algún muletazo de mérito en el cuarto. Recibió una ovación a su labor. La corrida de hoy empezó como siempre; con baile de corrales. De la ganadería titular (Román Sorando) sólo fueron aprobados tres toros. El ganadero, con buen criterio decidió llevarse la corrida entera de vuelta al campo y en su lugar se trajeron toros de El Torreón, propiedad de César Rincón. Ni los de César ni el sobrero de Carmen Segovia que salió por el inválido segundo dieron juego alguno. Sin fondo, mansos, sosos y descastados. Juan Mora dejó su torería y buen gusto en el cuarto ante las pocas y aburridas embestidas de su oponente. Y por lo menos fue breve. Mató rápido y bién. Manzanares hizo lo propio ante dos toros que no le dejaron estar en ningún momento. Cayetano idem, con el defecto de seguir toreando demasiado despegado. Pasa el tiempo y sigue sin corregir este defecto. Mal. A ver si mañana vemos algo de interés. Quietos seguro que se quedan. Por lo menos dos de los que mañana se visten de luces.

lunes, 23 de mayo de 2011

José Tomás le hecha la cruz a los Cuvillos...

Resulta que José Tomás se ha enfadado. El astro del toreo se ha peleado con uno de sus ganaderos predilectos. Yo no entiendo nada. El ego de este hombre roza el cielo y habita entre las nubes. Siempre me he considerado un gran admirador del torero de Galapagar. He hecho auténticas locuras por ir a verle, como cuando el 5 de Junio de 2008 decidí irme a la aventura a Madrid, sin entrada claro, y un montón de dinero encima para intentar pescar una entrada de la reventa que al final sólo me costó 100 euros. Esa tarde tenía que estar en la plaza de Las Ventas para ver con mis propios ojos el regreso del hijo pródigo a su plaza de la calle de Alcalá después de 6 años de retirada y silencios espesos. Lo conseguí y salí toreando de la plaza después de ver cómo José Tomás desorejaba a sus dos toros en medio de un clamor apoteósico. He recorrido cientos de kilómetros por verle y no me ha importado. Ahora, tras esa admiración que le profeso, no puedo sino lanzar a la opinión pública la crítica que merece tras los últimos acontecimientos. José Tomas vuelve. Vuelve el mito, la leyenda. Pero lo hace con una dosis de egocentrismo desmedida. El día 23 de Julio Valencia se vestirá de seda para recibir -tras el año de obligada retirada a consecuencia de la brutal cogida de Aguascalientes-, a uno de los toreros más importantes que ha dado el toreo a lo largo de la historia. Hasta ahí todo bien. Entre él y su apoderado -el señor Boix-, se lo guisan y se lo comen. Ponen los toros, los emonumentos económicos -desorbitados, por cierto- y hasta los compañeros si cabe. Pero no sólo en Valencia, sino en todos los sitios. Y encima, al torero madrileño le ha entrado la pataleta y ha sentenciado a Núñez del Cuvillo. La razón, muy simple: le ha sentado mal que Alvaro Núñez haya exigido que en las corridas en las que esté anunciado el diestro de Galapagar haya al menos otra figura del momento y no dos convidados de piedra. El ganadero gaditano alega que necesita la garantía de que sus toros vayan a ser aprovechados al máximo, no sea que caigan en manos de toreros mediocres y no puedan ser vistos por el público. Es más; ha puesto como ejemplo el primer toro lidiado en Sevilla la tarde del 30 de Abril de 2011, la del indulto de Manzanares, cuando Julio Aparicio, por no estar lo suficientemente preparado, desaprovechó un toro que era de bandera. Le doy la razón pero con matices. En el toreo siempre ha existido la buena y la mala suerte. Y no sólo para los que se visten de luces. También para los ganaderos. Lo que no podemos es convertir esto en una especie de “toros a la carta” dirigido y manipulado por los que llevan el timón en ese momento. Esto sería un despropósito. El ganadero gaditano aboga por sus toros y lo entiendo pero no del todo. Me parece una exigencia exagerada como consecuencia del espectacular momento por el que pasa su ganadería. Pero repito: puedo entenderlo. Lo que no entiendo ni a la fuerza es que José Tomas se haya molestado con el ganadero por este asunto y haya decidido no torear ninguna de las cuatro o cinco corridas que ya tenía reseñadas para esta temporada. Me parece una actitud infantil y hasta chulesca. José Tomas no tiene ahora mismo el mando del toreo, ni mucho menos. Pero lo que más me enfurece es que no permita torear con figuras. ¿A qué o a quién le tiene miedo? ¿A sentirse vencido por Manzanares? ¿Por El Juli? ¿Por Talavante? ¡Por favor! ¿De qué estamos hablando? Me parece ridículo. Creo que esta actitud es caer demasiado bajo. Claro, es mejor poner por delante y por detrás a dos toreros que no van a causar ningún problema. Eso no es de ser una figura del toreo. Las figuras siempre se han enfrentado entre ellos. Las figuras siempre han matado corridas duras. La figura es figura por algo. No por nada. De igual modo critíco el presunto chantaje con el que Núñez del Cuvillo ha mareado a la empresa de Bayona y que al final ha terminado en su expulsión del cartel. Al parecer, el ganadero gaditano había ofrecido una rebaja importante en el precio de los toros -que por otra parte era desorbitado, mucho más que en años anteriores-, siempre y cuando la empresa contratara para el día de José Tomás a determinados toreros. Interpreto que la pretensión era de que entrara en ese cartel alguna figura y como recompensa y agradecimiento, la ganadería le saldría a la empresa más barata. El apoderado de José Tomas le habría comentado al empresario francés que si había algún problema de entendimiento con Cuvillo se podría prescindir de él, puesto que las relaciones ya están rotas, y traer otra ganadería, recomendada por ellos, claro está. Al final se lidiará una corrida de Vegahermosa-Jandilla. No pretendía alargarme tanto, pero es que este asunto tiene miga. Resumiendo: José Tomás no volverá a estoquear un toro de Cuvillo como consecuencia de la intromisión del ganadero gaditano en la confección de los carteles en los que está anunciada su ganadería con el diestro de Galapagar. Ya pasó hace poco con Victoriano del Río. Se le ocurrió decir que José Tomás había reseñado una corrida de ellos y la respuesta del torero no se hizo esperar; no torearía más ningún ejemplar de Victoriano. La verdad es que esa faceta vengativa y llorica no le pega para nada. Por muy figura que sea o haya sido, puesto que ahora no está en los primeros puestos, no tiene derecho a hacer y deshacer a su antojo. Y lo peor; si sigue en esa postura consentida y egocéntrica se va a quedar sin ganaderías que lidiar. Aunque bien pensado siempre habrá alguien que ceda a tales pretensiones. Hay fama y dinero. Mucho dinero por medio. Y creerme que en esto del toro el dinero mueve montañas. Más que la Fe.

domingo, 22 de mayo de 2011

Madrid, 13ª de abono. Tarde infumable...

Mala, sosa, descastada, mansa e incluso con peligro la corrida de hoy. Dos sustos gordos y sangre derramada, la de Ignacio Garibay en el cuarto de la tarde. El torero mejicano vió como el peligroso segundo toro de su lote le atravesaba el muslo derecho en una voltereta fea. Muy fea. Además, en la caida y como consecuencia del impacto perdió cuatro dientes. Todo para nada. El otro susto se lo llevó Serafín Marín en el primero de su lote al entrar a matar. Por un momento creí que el pitón derecho del toro le había entrado en el pecho y lo había reventado por dentro. Esa sensación dió en la televisión. Gracias a Dios el cuerno no hizo carne y sólo chocó con el tórax del torero catalán arrancándole la camisa por dos o tres partes. Milagro y del gordo. Los toros de Partido de Resina, antes Pablo Romero, fueron un dechado de sosería y mansedumbre. El primero de Nazario Ibáñez que completaba la corrida fue noble y manejable y el sobrero de Los Chospes que salió por el segundo de Partido de Resina devuelto por inválido estaba vacío por dentro. Nada de nada. Y lo más paradójico: el que mejores condiciones tenía era ese segundo que no se tenía en pié y que fue devuelto. Sin duda el que más nobleza demostró y el que mejor metió la cara. La terna ha estado muy por encima de la corrida y según el material tan pésimo que se ha lidiado han estado bién. Muy bién. Y sobra decir que tanto el mejicano como el catalán han cobrado de lo lindo, dinero aparte. El madrileño Sergio Aguilar, al que sigo muy atentamente, tampoco ha tenido opciones. Y eso que se ha quedado quieto. Tengo que resaltar la preciosa estampa del toro cuarto, el que atravesó el muslo a Garibay. Un pedazo de animal de 672 kilos. Grande, engallado e imponente por delante. Con trapío y presencia. Se llevó una ovación fuerte y merecida al saltar a la arena. Luego su juego dejó mucho que desear. Parecía increíble que un toro con esa fisonomía no embistiera bién ni una sola vez. Triste y lamentable pero cierto. Particularmente no esperaba mucho de los antiguos toros de Pablo Romero, puesto que en varias ocasiones recientes ya habían demostrado que no se encontraban en su mejor momento. Pero lo de hoy ha superado toda mínima expectativa. Mucho trabajo tiene por delante su propietario José Luis Algora para cambiar esto. Además el baile de corrales ha sido entretenido, puesto que se han rechazado en el reconocimiento varios toros de la ganadería titular por diversos problemas, tanto de desperfectos en las astas por varias peleas, como por falta de presencia. Tarde insulsa y desagradable, con poco sol y poco toreo. Y como todos los días, lleno. La marca San Isidro es rentable. Muy rentable.

sábado, 21 de mayo de 2011

Madrid, 10ª y 11ª de Feria. Sube el precio del toreo: caro, caro...

Parece que la feria definitivamente está remontando el vuelo. Llegaron las figuras y el enfermo cambió de color. Pasó del amarillo cadáver al rosado hermosón. Aparte de los triunfos de Uceda Leal y Fandiño a principios de semana y de la buena disposición de Abellán y Zaldivar, las figuras han vuelto a reivindicar su sitio en el escalafón. Primero fue Talavante el martes, al desorejar a un buen toro de El Ventorrillo. Manzanares y su duende nos cautivaron el miércoles con una puerta grande apoteósica. Y ayer jueves y hoy viernes hemos tenido la oportunidad de disfrutar de lo lindo con dos corridas que sin ser extraordinarias en su conjunto, han tenido toros que se han dejado y mucho. El jueves se lidió una corrida con cuatro toros de El Puerto de San Lorenzo, primero y cuarto buenos -sobretodo este último-, un sobrero de Salvador Domecq (3º) muy descastado y uno de Carmen Segovia (5º) muy malo. Para mí bién presentados en lineas generales. El Cid arrancó la única oreja de la tarde a base de tesón y sobretodo de orgullo. Cuando ya nadie esperábamos nada de él en esta feria, se echó la muleta a su mano, la izquierda y dió tres tandas de naturales sobervios. ¡Qué fácil es poner a todo el mundo de acuerdo! Volvió por un momento El Cid que nos gusta y que tantas veces ha conquistado Madrid. Oreja, para mi, justa. Y lo mejor de todo; la prueba irrefutable de que este torero todavía tiene cosas que decir. Perera se jugó la vida, literalmente, con el segundo, un toro peligroso y nada claro al que Miguel Angel le sacó lo poco que tenía a base de ponerse y de no moverse ni un ápice. Pasé mucho miedo. El toro, avisado de dónde estaba el torero en todo momento, se lo echó a los lomos en una voltereta feísima que nos hizo presagiar lo peor. Con el quinto no tuvo opciones y Madrid supo reconocer su esfuerzo premiándole con sendas ovaciones que a mí personalmente me dejaron en paz y con la sensación de que el peligro había pasado. Últimamente lo paso mal viendo a este torero, y eso que es de los que me gusta. Los toros le van a seguir dando leña, sin duda. Pero es su concepto del toreo y hay que respetarlo. Luque se estrelló con un lote imposible y no pudo hacer nada. Hoy viernes venía Manzanares. Y Talavante. Choque de triunfadores. Y Castella por si nos aburríamos. Y no nos aburrimos. Sobretodo en la segunda parte de la corrida. Se lidiaron cuatro toros de Parladé, con un primero malo y un segundo soso. El tercero fue bueno pero duró muy poco. El sexto encastado y con fondo y duración. Completaban la corrida que en un inicio era de Garcigrande pero que se rechazó completa, dos toros de Juan Pedro Domecq, que a la postre es lo mismo que lo de Parladé, pues comparten mismo propietario. El cuarto se movió pero sin clase y el quinto fue bravo y con clase. Ante tal material los espadas estuvieron cumbres. Sin suerte en los tres primeros toros, cortaron una oreja Castella y Manzanares en el cuarto y en el quinto y Talavante se conformó con una clamorosa vuelta al ruedo pedida por toda la plaza. Castella justificó su condición de figura arrancando una oreja de mérito a un toro que no era fácil. Bajo ningún concepto se quería quedar atrás. Y no lo hizo. Bién el francés esta tarde en Madrid. Con mucha disposición. Manzanares le hizo una buena faena, aunque con altibajos, al quinto. Toreó como sólo el sabe. Con ese gusto y empaque que nos vuelve locos. Y con la sensación de que ahora mismo cualquier toro le vale. Mató de un estoconazo y recibió una oreja. Pero sin duda lo mejor estaba por venir. Con un toro por el que nadie apostaba un duro al comienzo de la faena, Talavante lo fue encelando y sobando hasta que el toro dijo basta y rompió a embestir. El toro se movió con raza y duró tanto que a Alejandro le dió tiempo de pegar muletazos muy buenos y muy de verdad con la izquierda y por abajo. Eso es lo que yo le exigia en la crónica del pasado martes cuando cortó las dos orejas de un toro relativamente fácil. Lo que yo quiero es que este torero esté así sempre, con esas ganas, con esa garra. Y no desangelado y deprimido como algunas veces le veo. Si duda esa actitud de dejadez es la que le ha quitado de muchos triunfos con el toro medio. Y con ese toro es con el que hay que demostrar que puedes hacer faena. El sexto de hoy no era tan bueno como el del otro día. Y le ha hecho faena porque ha estado seguro y con mucha moral. Está en un gran momento y se nota. Ojalá le dure porque este tío sabe torear. Tras una voltereta fea y espeluznate en la que pensé que iba herido, metió la pata e intentó matar a recibir y pinchó. Tenía las dos orejas en el bolsillo. Maldita sea. Lo importante es la sensación de torero maduro y capaz que ha mostrado hoy. Me acuerdo en estos momentos de Juan Pedro, al que sus toros le han hecho el mejor de los homenajes que le podían hacer: embestir en Madrid. De momento se lleva la palma como mejores ejemplares lidiados en lo que va de feria, entre el dia 13 y hoy 20. Bravo por Juan Pedro y por su hijo. Tres del otro día y cuatro hoy (dos de Parladé, que lleva el hijo, y dos con el hierro de Juan Pedro) han embestido. Siete en total. Cinco de Juan Pedro. Seguro que allí donde esté estará muy orgulloso de sus productos. Yo no he podido dejar de emocionarme al ver cómo embestían esos toros. Y seguro que como yo, le ha pasado a mucha gente. ¡Bravo Juan Pedro!

miércoles, 18 de mayo de 2011

Madrid, 18 de Mayo de 2011. Manazanares y nadie más...

A esto es a lo que me refería ayer cuando dije que una figura no es el que torea bonito a un toro bueno. Figura es el que le hace faena a un toro medio y vulgarote. Manzanares es una figura del toreo. La primera y más importante del escalafón actual. En el tercero no le dejó el viento. No quiero ni pensar en lo que habría pasado si no hubiera soplado el aire. Seguramente estaríamos hablando de tres o de cuatro orejas. El sexto, sin ser bueno del todo, pues se quedaba cortito en algunos pasajes y acabó desfondado, tuvo delante un torerazo que le supo mimar, cuidar, que le hizo todo con suavidad, con despaciosidad, con una cadencia sin límites. Manzanares aúna el toreo artístico y poderoso. Le puede a todos los toros. Anda en torero, se mueve en torero. Ningún movimiento de su cuerpo carece de torería. Acompaña la embestida con un empaque y un sabor sin límites. Con ese sexto de Cuvillo ha estado sobervio. Dándole pausas al toro entre serie y serie, poniéndosela en la cara y ligando los muletazos. Levantándose del suelo y volviendo a la cara del toro después de sufrir una voltereta feísima que nos hizo temer lo peor. Por el pitón izquierdo el toro no tenía casi recorrido. Aún así dejó muletazos meritorios. ¡Qué quieren que les diga más! Me ha recordado al Manzanares que ví en Sevilla, al de Valencia, al de el otro día en Jerez. Al de tantas y tantas tardes. La faena en sí quizá no ha sido de dos orejas rotundas. Pero el estoconazo a recibir en el centro del ruedo ya ha valido una. Y una y una son dos. Indiscutibles. Definitivamente, José Mari desbanca de mi pódium personal a Morante de La Puebla como mi torero predilecto. Y por supuesto a José Tomás, que queda en tercer lugar. El listón está muy alto. Altísimo. Yo no sé dónde está el techo de este torero. Puede llegar a ser uno de los mejores de la historia. Si no lo es ya. Y a este paso, superará al padre en muy poquito tiempo. Grande José Mari. Muy grande. El Juli estuvo privilegiado con el cuarto. Un toro nada claro con el que el diestro madrileño se justificó como figura que es al sacarle partido y hacer faena a un toro que a otro le hubiera durado un suspiro. Naturales rotos, con la mano muy baja, casi rozando el suelo. Oreja indiscutible y demostración de lo que es una auténtica figura del toreo. Sin aspavientos. Con el primero, soso y mansote, no tuvo opción. Castella no ha tenido suerte con los toros. Con dos oponentes deslucidos y sin fondo, el francés se justificó como siempre hace; con un valor sereno y templado. Sólo un toro de Cuvillo mereció la pena; el sexto. Los dos de Ortigao Costa (el quinto devuelto por uno de Carmen Segovia, desrazado) y el resto de Cuvillos sin posibilidades de triunfo y muy descastados. El día está a punto de terminar. Soñaré con esos muletazos eternos que nos ha regalado Manzanares hoy. Y es verdad. Todo será realidad mañana, esa realidad que supera toda imaginación posible. La imaginación de las musas de José María Manzanares. ¡Dios, qué torerazo!

Madrid, 17 de Mayo de 2011. Por fín llegó el "Talavantazo"

Por fín llegó el Talavantazo a Madrid. Se había hecho de esperar. Y mucho. Alejandro Talavante cortó ayer las dos orejas del bravo y encastado tercero de El Ventorrillo. Y lo hizo como él sabe; despacio, cadencioso, profundo, valiente, pegando zurdazos con la izquierda que eran carteles de toros. Sereno, sin aspavientos. Y seguro con la espada. Tan seguro que hasta a mí me sorprendió que matara por lo alto y a recibir. Prometo que dije que lo iba a pinchar, porque Alejandro no es buen estoqueador. Pero los astros estaban de su lado y la espada entró como un cañón. Para mi gusto algo traserilla. La plaza plaza era un clamor. Pocas veces se han visto tantos pañuelos en Las Ventas. El Talavante desangelado del domingo dio paso a un Talavante mucho más enfibrado y seguro de sí mismo. Este torero siempre debería estar así, como ayer. Y no como muchas veces en las que parece un alma en pena por la plaza. Y debería estar así de seguro también con el toro regular, con el complicado, no sólo con el bravo y bueno. De todos es sabido que este torero torea como los ángeles. Pero ese toreo lo ejecuta demasiadas pocas veces. Tiene que salirle el toro noble y bravo para que ese toreo nos vuelva locos. Me gusta Talavante. Y me emocionó ayer. No le quito ni un mérito a su faena. Pero hay que reconocer que el toro que tenía delante era de bandera. Ojalá que siempre muestre esa disposición con los toros que no sean tan de bandera. Entonces no tendré ningún problema en decir que Talavante es una figura del toreo. Para mí, a dia de hoy, no lo es. Le falta mucho. Y sobretodo le tienen que valer más toros de los que le valen actualmente. El torero considerado figura es aquel a quien más toros le valen. No sólo los buenos. Y de esas figuras hay unas cuantas actualmente. Talavante tiene un camino largo que recorrer todavía. Y debe de demostrar que al toro no tan bueno también puede hacerle faena. Me alegro de sus dos orejas, de corazón. Más que nada porque hace ocho años toreó una novillada sin caballos en mi pueblo (Casasimarro) y en ese momento supe que ese chavalito delgado y fragil iba a llegar muy lejos. Y no me equivoqué. Sus maneras en aquel lejano día de Agosto me hicieron presagiar lo poco después vendría. Ahora toca mantener el listón por lo menos al mismo nivel de lo que se dejó ayer. Aunque sólo sea en ganas. Del resto de la corrida hay poco que decir. Cuando ocurre una cosa de estas todo se eclipsa. Lo demás no valió nada. Perera se estrelló contra un lote parado, manso y sin opciones. Aún así se quedó quieto y mostró sus cartas, esas que te ponen el pelo de punta y que te hace cambiar el “olé” por el “uy”. El Cid se las vió con un primer toro encastado y bravo, más de público que de torero. Nunca iba metido en la muleta. Dificil embestida que El Cid no supo o no pudo encauzar. Tampoco se confió totalmente con él. Para mí muy complicado. Y por supuesto no de ovación en el arrastre. Madrid se volvió a equivocar. Tampoco considero justos los pitos a Manuel Jesús. Con un silencio hubiera bastado. El cuarto no le dio ninguna opción. Hoy llega Manzanares y El Juli. Y veremos cómo se toma Castella la afrenta de torear con los dos mejores toreros del escalafón actual. Seguro que el francés viene con el traje de guerra. Expectación, la hay. Sólo cuatro Cuvillos aprobados y dos de Ortigao Costa que remiendan la corrida. No ha pasado la corrida completa. Dicen que por falta de presencia para una plaza como la de Madrid. Cuanto menos, sospechoso. De momento mal empezamos...

martes, 17 de mayo de 2011

Y llegó San Isidro... Mucho descaste y un gran Iván Fandiño.

Regreso de mis mini vacaciones taurinas para poner sobre la mesa lo acontecido esta última semana en el orbe taurino. En estos días de Mayo, la feria de San Isidro copa la total actualidad taurina. Con la todavía resaca del Manzanarazo resonando en mi mente, he seguido atentamente lo ocurrido en esta primera parte del serial de espectáculos taurinos acaecidos en el coso de la calle de Alcalá. Y si quieren que les sea sincero, han ocurrido pocas cosas. He visto algunos toros que han servido -pocos-, otros mansos -la mayoría- y casi todos con falta de casta. Para casta casta, el primero del encierro que lidió José Escolar y que cayó en manos de Rafaelillo. El toro fue complicado, correoso y difícil. Pero encastado. Discrepo de la ovación que el público le dedicó en el arrastre. Ese toro no era de ovación. Tenía raza, sí. Pero para coger al torero, no para embestir largo y por abajo. Mal Madrid ahí. Y mal Madrid en muchas cosas. Se ha ovacionado en el arrastre a toros que no lo merecían. Se ha abroncado a toreros que no lo merecían. Siempre lo digo. Al torero hay que valorarlo según el enemigo que tenga delante. Ha habido toreros que han estado bién y que no se les ha hecho ni caso, como a Miguel Abellán. Han salido toros al ruedo venteño que no tenían que haber salido, dada su escasa presentación, como tres de los seis que lidió Núñez del Cubillo (2º, 3º y 5º), curiosamente los dos que le tocaron a Morante. Por cierto, petardo de corrida. Hubo tres toros aceptables de Juan Pedro. Sobretodo el cuarto, que destacó por su nobleza y recorrido. Dos noblotes pero muy justitos de El Valdefresno (1º y 5º), uno de El Vellosino (el 6º), y el 1º y 2º de El Montecillo. Lo demás ha sido mansedumbre a raudales, sosería y poca casta. Y repito. Se ha ovacionado a toros que no lo merecían. En el plano torerista, he de destacar dos nombres por encima de todos. Bueno uno. Iván Fandiño. El torero vasco estuvo sensacional toda la tarde. Toreó despacio, reposado, asentado, largo, templado... Al primero de su lote, el mejor toro de El Montecillo, le enjaretó una faena medida y exacta. Pena que el toro no durara un poco más. Podría haber sido de dos orejas. Me gustó mucho Fandiño y desde ahora pienso seguirle los pasos. Torea muy bién. A ver si le ponen con corridas menos duras porque si no no le vamos a ver. El otro torero es Uceda Leal. Cortó una oreja al buen cuarto de Juan Pedro Domecq. Toreó despacísimo. El toro era noblote y con poco le valió. Aún así no me convenció demasiado. Le veo un torero desangelado, sin nervio, casi apático en algunos momentos. Si a ese buen toro él le hubiera puesto algo de garra, el premio podría haber sido mayor. Pero cada uno es como es. Me queda la sensación de que este torero podría estar mucho más arriba de lo que está. Y si no lo está es por su culpa. Termino haciendo una crítica a la afición de Madrid. Al abonado. No puede ser que el abonado no vaya nada más que a las corridas de relumbrón y no vaya a la de los toreros de segunda fila. Eso no es de ser buen aficionado. Para opinar hay que ver todo. Si vas sólo a las corridas de expectación corres el riesgo de que se torne en decepción. Y lo que no se puede bajo ningún concepto es confundir los términos y dar como buenos a toros que son mansos y peligrosos y chillar a toreros que no han podido hacer nada más con lo que han tenido delante.¡Qué quisieran ellos! Y tampoco es lícito ningunear a toreros que están pegando muletazos de mérito sin nisiquiera dedicarle un olé y aclamar medios muletazos de toreros que por así decirlo “les caen mejor”. Esa discriminación de Madrid nunca me ha gustado. Porque todo lo que hace o dice el siete no siempre es lo correcto, por mucho que se crean que son el ombligo del mundo taurino. De la novillada de ayer, que fue muy complicada y exigente destaco el buen sexto novillo y la labor de Víctor Barrio, que estuvo francamente bien. Jimenez Fortes fue cogido por su primero y a Manuel Larios le vi algo verde para ir a Madrid. No me extraña que digan que si no hay novilladas, que si no hay novilleros, etc. La novillada de ayer de Flor de Jara fue toda una corrida de toros. Por grande y por difícil. Y encima de Santa Coloma. Con dos novilladas de estas te cargas medio escalafón de novilleros. Es, cuanto menos, para pensarlo.

domingo, 8 de mayo de 2011

Sevilla, 7 y 8 de Mayo 2011. Ni los González ni los Miuras...

Realmente hay poco que decir de las dos últimas corridas de abono en La Maestranza. Ni los toros de Manolo González, -el quinto era de Salvador Domecq-, ni los Miuras de hoy, han tenido juego suficiente como para por lo menos haberles sacado algo de partido. Mansísima la corrida de Manolo González, muy deslucida y descastada en líneas generales. Juan Mora ni pudo ni le dejaron. Sólo dejó algún buen capotazo y muletazo a pies juntos marca de la casa. Curro Diaz fue el torero que más me gustó por su disposición y entrega. Se la jugó con el quinto y cobró. Recibió una cornada fea en pierna derecha, zona del gemelo, que le atravesó la pierna y le destrozó la tibia. Como mínimo tiene para cuarenta dias. Ojalá se recupere pronto y vuelva igual que se ha ido. El Fandi, en su línea. Bullicioso en banderillas y bién con el capote cuando le dejaron. Con la muleta es otro cantar. De la corrida de Miura de hoy sólo el segundo. el cuarto y el sexto se medio dejaron estar delante (con matices). José Luis Moreno aprovechó las pocas embestidas del cuarto y le sacó algunos muletazos lucidos. El toro se repuchó pronto y cerró el chiringuito. Con el otro ni eso. Rafaelillo bién -el mejor de la tarde-, si tenemos en cuenta que se escapó de una cornada segura en el segundo de su lote al pegar el segundo capotazo. El de Miura se le vino encima y el quite improvisado del algüacilillo con las plumas de su sombrero le salvó de la cama. Con su primero estuvo por encima del Miura. Le sacó lo que pudo, se peleó con él, lo mató bién al segundo intento y Sevilla le premió con la vuelta al ruedo. Al mejicano Israel Téllez se le vieron cositas. Está muy toreado. Se queda quieto y tiene pose. Con el tercero se estrelló ante tanta mansedumbre. Con el sexto, que se dejó más, sacó unos cuantos muletazos de mérito, buscándole las vueltas al Miura. Mató mal y encima al toro le dió por huir y se puso imposible. Sonaron los tres avisos y se fue al corral. Pese al ello a mi me gustó. Habrá que verle más. Corrida mansa de Miura, con poca duración puesto que los que medio se dejaron se acabaron pronto, con un toro peligrosísimo (el quinto), el cual se quiso comer a Rafaelillo y su cuadrilla con una estocada entera puesta en lo alto. Y con genio. Genio que para que esto funcione se tiene que transformar en casta y bravura.

sábado, 7 de mayo de 2011

Sevilla, 6 de Mayo de 2011. 13ª de abono. Manzanares se rompe otra vez...

De los siete toros de Jandilla que han saltado hoy al ruedo de La Maestranza, -el tercero fue devuelto por estar descoordinado, saliendo en su lugar un sobrero de la misma ganadería-, tan sólo dos han merecido la pena. Primer y segundo toro se dejaron hacer cositas y sacaron un buen fondo de nobleza, aunque un poquito mansitos. Del resto de animales mejor casi ni hablar. Muy pegados al piso, mansotes, rajados muchos de ellos, sin humillar y con poca casta. No anda muy allá esto de Jandilla. Ha tenido épocas mejores. Pero ante tanta vulgaridad se impuso la torería de Manzanares. Con dos toros muy justitos, -el quinto incluso complicado-, estuvo colosal. Extrajo tandas de muletazos que eran impensables de sacar a esos oponentes. Demostró que se encuentra en el mejor momento de su carrera. Ahora mismo, a José Mari le vale cualquier toro. Le haría faena a una mula que saliera por toriles. Decidido toda la tarde, recibió el cariño de un público que estuvo con él desde el principio. De hecho, hubo de saludar montera en mano nada más romperse el paseíllo. De su primero tenía la oreja cortada pero, casualidades del destino, pinchó. Recibió una fuerte ovación. Al quinto le arrancó la oreja. Muy torero toda la tarde. Toreando despacito. Acariciando la embestida de sus dos toros incluso cuando estas eran violentas. En fín. ¿Qué puedo decir más? Poco. Del resto de la corrida destaco la labor de Castella con el cuarto, un toro peligroso y manso que se le venía al cuerpo constantemente. El torero francés estuvo valentísimo y a fuerza de ponerse e incluso cobrando una pequeña voltereta, se hizo con la atención del público. Bien Castella toda la tarde. Talavante dejó su tarjeta de visita con el sexto, que le permitió por lo menos ponerse y pegar algún muletazo, cosa que no le había permitido el descastado que hizo tercero. Con ese sexto justificó el porqué está en la feria. Cada vez le veo menos indolente, cosa que me alegra. Pero sigue imitando demasiado a otros compañeros. Y eso no me gusta. Sinceramente creo que debería haber ido sólo una tarde a Sevilla. No dos. No veo los méritos para estar dos tardes. Sobretodo después de la temporada más bien normalita que hizo el año pasado. Sigo esperando mucho más de él. Ahí acabó la tarde. Con ese nuevo regusto al mejor Manzanares. Ese que seguiremos degustando suavecito, despacito..., por mucho tiempo. Como su toreo; templado y eterno.

jueves, 5 de mayo de 2011

Sevilla, 5 de Mayo de 2011. 12ª de abono. Cositas importantes.

Interesante corrida la que se ha lidiado hoy en Sevilla. Los toros de Torrehandilla (2º, 3º y 6º) y Torreherberos (1º, 4º -sobrero-, y 5º), de procedencia Jandilla y cuyo propietario es Joaquín Morales, han resultado ser nobles en lineas generales con alguna que otra dosis de mansedumbre. El mejor fue el primero, con más raza y pujanza que sus hermanos y que duró más. Muy bién presentados. El Cid (oreja y silencio) estuvo muy bién con el buen primero, sobretodo en varias tandas por el pitón derecho. Con el cuarto no tuvo mucho de donde sacar, puesto que el toro se acabó pronto. Cayetano (silencio y vuelta tras petición) estuvo muy firme toda la tarde. Bién con el capote, se lució en un par de quites marca de la casa. Con la muleta entendió muy bién a sus dos toros y dejó un gusto muy dulce en la afición. Hoy ha tenido más toro que el día anterior. Y ha entrado definitivamente en Sevilla, cosa que el público le ha hecho ver al obligarle a dar una vuelta al ruedo. A veces le critico duramente. Hoy canto sus virtudes, que las ha tenido. Muy en torero toda la tarde. Así sí, Cayetano, así sí. Daniel Luque (ovación tras aviso y oreja tras aviso) fue, para mi, el torero de la tarde. Muy seguro. Tranquilo. Reposado. Toreó templado y entregado, entendiendo perfectamente a sus dos oponentes. Este puede ser su año, porque por lo menos en actitud está que se sale. Muy por encima de sus dos toros, nos ofreció una tarde muy torera y con sabor. Bién por el de Gerena. Mañana vuelve Manzanares. Esperemos que la corrida sea una cuarta parte de buena de lo que fue la del sábado pasado. Con eso yo ya me conformo. ¡Anda que si me conformo!

Sevilla, 4 de Mayo de 2011. 11ª de abono. Dos y dos fueron siete.

Como dije ayer, en el mundo de los toros dos y dos rara vez son cuatro. Alguna vez puede sonar la flauta. Pero no es lo habitual. A veces dos y dos son cinco. Y otras siete, como hoy ha pasado. Siete toros de Fuente Ymbro, incluyendo el quinto bis que salió por el titular. De ellos sólo uno valió la pena: el primero. Este fue un toro que se movió con celo, con mucha humillación y dejándose torear por ambos pitones. Para mí, bueno para estar bién con él e incluso haberle cortado alguna oreja. Matías Tejela se amontonó demasiado con el toro. No acabó de acoplarse y le pegó demasiados muletazos sin sentido. Tan sólo merecieron la pena tres o cuatro naturales por abajo y rotos de verdad. El toro se aburrió al ver que había ganado la partida y ahí se acabó todo. Tejela estuvo por debajo del de Fuente Ymbro. Como suena. Del resto de la corrida poco que destacar. Poca casta y poco fondo en los restantes toros. Se acabaron muy pronto. En la segunda o tercera tanda de muleta. Muy bajo lo de Ricardo Gallardo hoy en La Maestranza. Y eso que venía de lidiar una corrida bravísima hace muy pocos días en Arles. Lo dicho; esto no hay quien lo entienda. Miguel Angel Perera y Alejandro Talavante poco pudieron hacer. Este último quedó inédito, mientras que Perera estuvo valentísmo como siempre. Tragó paquete con su incierto primero, con el que acabó en las distancias cortas y dejándose acariciar la taleguilla con los pitones. Se llevó un susto gordo cuando recibió a su enemigo a potagayola y este le cambió el viaje en el último momento. Estaba cogido pero se salvó in extremis. Su segundo no tuvo ni una embestida clara por ningún pitón. Corrida tremendamente vacía la que hemos sufrido hoy. De toros y de alguno de los que han hecho el paseíllo.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Sevilla, 3 de Mayo de 2011. 10ª de abono. Esaú entra sin llamar...

Deslucida y exigente la corrida de El Pilar que se lidió ayer en Sevilla. Desigual de hechuras, con dos toros, primero y segundo, justos de presentación. El resto mejor presentados. Tan sólo el primero y el sexto se dejaron torear con algo más de comodidad que el resto de sus hermanos, los cuales fueron más deslucidos y sin ninguna raza. Morante dejó unos cuantos capotazos bellísimos y siete u ocho derechazos con sabor en el segundo de su lote. No pudo hacer nada más. Ni con ese cuarto que no tenía para más ni con el imposible primero de su lote, complicado y nada claro por ninguno de los dos pitones. Morante sigue sin suerte en los sorteos. Va a ser cuestión de plantearse cambiar a la persona que mete la mano en el sombrero por las mañanas, porque esto ya no es normal. Ni un toro le ha embestido en toda la feria, Resurrección incluido. A El Cid le exigieron mucho ayer. Con su primero estuvo hecho un tío. Valiente en todo momento, se la jugó con un toro que no lo merecía. Como premio a su profesionalidad recibió una fuerte ovación al finalizar su labor. Con el quinto, que no tuvo ni uno, no pudo hacer nada. Silencio. El público sevillano le exigió demasiado. Y es de ley recordar que este torero ha salido cuatro veces por la puerta del Príncipe y tres por la puerta grande de Madrid. Que es figura, y que a los toreros se les debe juzgar según el toro que tienen delante, cosa que a más de uno se le olvidó ayer. Esaú Fernández, de Camas (Sevilla), dejó una grata impresión ayer. Estuvo seguro y anormalmente tranquilo en el día de su alternativa. Cierto es que se llevó los dos mejores toros de la corrida. Cortó una oreja en cada uno de sus oponentes. Le ví muy puesto, maduro a pesar de su juventud, sabiendo lo que quiere. Con un desparpajo para hablar y para moverse por la plaza que no es común para la corta edad que tiene. Muy valiente, se fue en los dos toros a la puerta de chiqueros para dar dos largas cambiadas cargadas de valor y limpieza. Me gustó este Esaú. Tiene un concepto aceptable del toreo. Templa bién y no se coloca del todo mal. Ojalá que tenga suerte y le rueden bién las cosas. Condiciones, desde luego las tiene. Hoy vienen los Fuente Ymbros. ¿Saldrán como en Valencia? ¿O como en Castellón? Os aseguro que nadie, ni siquiera el ganadero Ricardo Gallardo lo sabe. En esto del toro, dos y dos casi nunca son cuatro.

martes, 3 de mayo de 2011

Sevilla, 2 de Mayo de 2011. 9ª de abono. Petardo de El Ventorrillo.

Después de la borrachera de toreo del sábado llegó la resaca de ayer lunes. Una resaca que nos provocó un tremendo dolor de cabeza en forma de seis toros infumables de El Ventorrillo. Seguramente, en muchos momentos de la tarde de ayer, muchas personas, entre las que me incluyo, seguíamos viendo las sombras de los Cuvillos y de José Mari Manzanares. Como para olvidarlo. El sueño del sábado fue muy profundo y por lo menos yo todavía no he despertado. Tanto Juli, como Perera y Luque, se estrellaron con una corrida fea de hechuras, basta y mansa. Muy mansa. Cobarde incluso y con genio. Pero genio del malo. Sólo el cuarto de la tarde pareció que iba a romper puesto que fue el único que medio se movió y que humilló. Nuestro gozo se hundió en un pozo de decepción cuando el Juli le obligó a pasar por donde él quería. Ahí el toro dijo basta. Ya no había nada más. El toro se negó en rotundo a embestir y el diestro de Velilla de San Antonio lo finiquitó rápido. Nada de nada. Decepción absoluta con El Ventorrillo. Hoy viene El Pilar, del buen ganadero salmantino Moisés Fraile. Y viene Morante. Yo, por si acaso, voy a empezar ya a cruzar los dedos.

lunes, 2 de mayo de 2011

Sevilla. 30 de Abril de 2011. Dios bajó a la Tierra y se encarnó en Manzanares...

Dicen que cuando uno no encuentra las palabras para explicar un acontecimiento suele ser porque lo que siente o lo que ha visto ha sido tan incomprensible y grande que su alma, su corazón y su cabeza se encojen y se quedan durante unos días sin sentido. Han pasado casi dos días ya y sigo sin encontrar las palabras que justifiquen todo lo vivido el sábado en la Maestranza de Sevilla. Llegué anoche, ya de madrugada, de la capital hispalense. Y como deseaba en mi anterior crónica, me traje la maleta llena de ilusión y buen toreo. Sobretodo buen toreo. José María Manzanares paró el tiempo en sus dos toros. No se puede torear más despacio y mejor. No se puede sentir el toreo con más verdad. Con esa cadencia y despaciosidad propias de José Mari. El torero de Alicante me hizo saber con más fuerza todavía que en este mundo no hay nada más bonito que ver torear bién. Que merece la pena haber nacido y estar en este mundo sólo por ver lo que ocurró en La Maestranza. Manzanares y el toro "Arrojado" de Cuvillo provocaron un delirio en la plaza que jamás había vivido en mi vida. Y estoy seguro que en la de muchos aficionados. Ese toro que hizo tercero fue sublime. Descomunal en su embestida. José Mari le dió hasta setenta y un muletazos. Por abajo, templados, cadenciosos, profundos. Con el cuerpo roto de arte. Acompañando cada muletazo con una expresión corporal sin límites. Rompiéndose en cada embestida. Ligando, acariciando, saboreando los olés de los que allí estabamos presentes. Emocionándonos y emborrachándonos de pasión desatada. En un momento de la faena los pañuelos alfloraron en el tendido. Y como chispa que prende la llama, aquello contagió a los allí presentes y ya no hubo marcha atrás. La plaza era un clamor. Un delirio. Casi un manicomio. Cundo minutos después el presidente sacó el pañuelo naranja, ya no había vuelta atrás. Se acababa de escribir una de las páginas más importantes de la historia. Por primera vez desde que el mundo es mundo se indultaba un toro en Sevilla. Jamás había ocurrido algo igual. El precedente había sido un novillo del Marqués de Albaserrada lidiado en 1965 por Rafael Astola, de nombre "Laborioso". Los más críticos decían, entre la emoción que reinaba en esos momentos, que no había sido para tanto. Cierto es que el de Cuvillo no hizo un excelente tercio de varas y que incluso hizo un amago de rajarse en la fase final de la faena, cuando se aculó en la puerta de cuadrillas. Pero Manzanares lo volvió a citar y galopando recorrió media plaza hacia el torero, que le esperaba en el centro del ruedo para seguir recreándose con él. Qué más da. El toro fue extraordinario, duró muchísimo, y el torero lo toreó como los ángeles. Era una fiesta al toreo bueno. A la bravura. Al arte de torear. Poco importaban ya esos detalles. Ni siquiera los pocos enganchones que sufrió la muleta de José Mari. Este dió la vuelta al ruedo acompañado por Alvaro Núñez del Cuvillo entre los aplausos y el fervor del gentío. Inexplicable. Al sexto, que también fue extraordinario y que tuvo una profundidad en su embestida descomunal le cortó dos orejas en otra faena sublime. Con el mismo aroma que la del tercero. Manzanares salió ayer de La Maestranza como figura indiscutible. Ya lo era. Hoy lo es todavía más si cabe. José Mari es, junto a Morante, el torero predilecto de la afición sevillana. Y es que para torear bién no hace falta ser de Despeñaperros para abajo, como siempre han dicho los viejos aficionados. El torero de Alicante dedicó la tarde a su padre, a su mujer Rocío y a todos sus seguidores, entre los que me encuentro. Es uno de mis toreros predilectos desde que empezó. Siempre estará en mi olimpo particular de toreros preferidos. Mi otro torero, Morante de la Puebla, no tuvo suerte. Su primero, que fue sobrero de Cuvillo al devolverse por inválido el titular, se reventó en el caballo. Complicado y con genio, terminó siendo más débil incluso que el anterior. Aún así, Morante le enjaretó tres series con la derecha que levantaron al público de sus asientos. Recibió una ovación como premio a su labor. Con el quinto no tuvo opciones pues el toro resultó imposible. Parado, sin fuerzas. Mala suerte la del torero de La Puebla del Río. Es justísimo destacar las tres verónicas y la media que le dió al primer toro de Julio Aparicio en el quite. Una de esas verónicas duró un siglo. La gente se levantó de sus asientos y rompió a aplaudir en un presentimiento de que la tarde iba a ser grande. Y tanto que lo fue. Julio Aparicio no estuvo nada más que en un quite que le hizo a su primer toro. Verónicas con enjundia que fueron aclamadas por el respetable. Se le fue el extraordinario toro primero, que sin ser tan excelente como el primero, podía haber propiciado un triunfo sonado a Julio si éste hubiera estado en estado de gracia. Era un toro de veinticinco o treinta muletazos buenísimos. Sin tanta duración como el indultado pero muy bueno también. Con el cuarto nada de nada. Aparicio no está. Creo fielmente que tras la brutal cornada que sufrió el pasado año en Madrid ha perdido el sitio. Y cuando un toro, o una cornada, te quita el sitio, es difícil reponerse. Hay que pensar en ello. Para salir así es mejor no salir. Veo bién que por circunstancias que no vienen al caso no vaya a Madrid este año. Ojalá se recupere pronto y vuelva a hacernos disfrutar con su toreo "arrebatao" y artista. La corrida tuvo tres toros extraordinarios -primero, tercero y sexto-, y tres que no valieron -segundo, cuarto y quinto-. Y esto es lo que sucedió el sábado en Sevilla, en mi primera visita a la Plaza de Toros de La Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Una tarde que no olvidaré mientras viva. Una tarde en la que las musas invadieron el alma de José Mari Manzanares. Una tarde en la que Dios decidió bajar y hacerse hombre. Una tarde en la que mereció la pena estar vivo y por la que siempre daré gracias.