miércoles, 18 de noviembre de 2015

¿Cuál es el motivo?

La negativa de El Juli a dejarse televisar en la plaza de toros de Méjico ha traído cola entre los aficionados estos días. Unos dicen que ha sido para que nadie viera los animalejos que allí se iban a lidiar esa tarde. Otros aluden a un desacuerdo en el tema del dinero de los derechos de imágen. Los hay que van más allá y se atreven a decir que Julián lo que pretende realmente es ser como José Tomás en el tema de la televisión. Es decir, prohibidas las cámaras porque se desvirtúa el espectáculo cuando este es en televisión y no en vivo y en directo a pie de plaza. Hay también quien no dice nada y guarda silencio. Entre ellos el propio torero y su entorno. Y para rematar el asunto, Movistar Plus mira para otro lado, no dice ni mu y aquí paz y después gloria. Recordemos que la cadena lleva tiempo vendiéndonos que vamos a poder ver toda la temporada mejicana de forma íntegra, cosa que no va a ser así. No sé, algo se me escapa. En este sentido, la misma cadena sí que debería de haber dado una explicación, al menos a sus abonados, los cuales pagan religiosamente sus cuotas mes a mes. Que menos que eso, sabiendo que, repito, ni el torero ni su entorno van a dar una explicación. Pero olvidemos la cadena de televisión en sí y centrémonos en los motivos por los que EL Juli no se deja retransmitir en la Méjico. Particularmente no veo lógico que lo haya hecho para que no veamos lo que mata allí. Es un razonamiento absurdo porque tarde o temprano lo íbamos a ver. ¿O no? ¿Quién no ha visto el vídeo de esa tarde mil veces? ¿Quién no ha visto cien fotografías de los toros de Fernando de la Mora que Julián mató en esa corrida? Lo hemos visto todos. Por tanto no me vale esa explicación. Carece de explicación lógica, como también está vacío de fundamento el hecho de que quiera seguir la línea trazada por José Tomás al considerar que el aficionado debe ir a la plaza y no ver la corrida por televisión. Y carece de lógica porque aquí en España se deja retransmitir sin problemas por Movistar Plus -al menos ahora y de momento-. Todos los que hemos visto una corrida por televisión y en la plaza, estaremos de acuerdo que no tienen nada que ver. No hay nada como ver un espectáculo -sea el que sea-, en directo. Todo se magnifica. Las emociones son mucho más intensas. La televisión es demasiado fría, demasiado insensible, aunque también tiene sus aspectos positivos. Pocos, pero los tiene. ¿A quién no le gusta que le repitan una serie de muletazos, los detalles de una cornada o una jugada de un partido de cualquier deporte? En consecuencia, la televisión también tiene sus ventajas. Yo aun así me sigo quedando con el espectáculo en vivo y en directo. El problema es que todo el mundo no puede ir a una plaza de toros, bien por la distancia bien por el elevado coste de las entradas en determinadas plazas. Y ahí viene el problema. En estos casos la televisión se hace necesaria. Guste más o guste menos. Más que nada porque si queremos que la Fiesta tenga máxima difusión las cámaras deben estar presentes. Si no en todos los espectáculos, al menos en los más importantes de la temporada europea y americana. No soy quien para aventurar nada, pero lo de Juli en la Méjico me huele más a temas de derechos de imagen, ya que tampoco me cuadra esa máxima de José Tomás que parece que él quiere seguir de que si se retransmite en abierto por una cadena pública sí se deja televisar. Julián lo hizo hace unos meses en Cáceres en su encerrona benéfica, pero no veo esa explicación ahora en América. Más que nada porque por Canal Plus/Movistar Plus se ha dejado televisar infinidad de veces. Por consiguiente y, como ya he apuntado antes, todo esto de Méjico debe ser por tema monetario. Desconozco lo que se cobra por derechos de imágen en la plaza de la Avenida de Insurgentes. En cualquier caso no debe ser mucho ya que los honorarios de los toreros por torear no son tampoco demasiado elevados en comparación con otras plazas. En definitiva, lo que ha molestado al aficionado ya no ha sido el no poder ver un mano a mano sin demasiado interés. Lo que ha molestado -y sobretodo al abonado a Movistar Plus-, ha sido la ausencia de explicaciones tanto por parte del torero como de la propia cadena de televisión. Y es que casi siempre lo que duele no es el hecho en sí, sino el motivo por el que se produjo...

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