jueves, 12 de noviembre de 2015

¿Existe el sistema?

Estoy empezando a pensar seriamente que lo del consabido y siempre dado por hecho sistema taurino cerrado es como los Reyes Magos: en realidad son los padres. Me explico. Reconozco que siempre he tenido la convicción de que existía un sistema cerrado en el que no se permitía entrar a nadie que no fuera figura del toreo. Ya sabes: los carteles siempre con los mismos. He denunciado este hecho y lo he criticado en innumerables ocasiones. Creía a ciegas que existía. Ahora no es que piense lo contrario, está claro, pero estoy empezando a ver fantasmas donde antes no veía nada. Guste más o guste menos, la irrupción brutal esta temporada de Alberto López Simón ha cambiado en cierto modo el panorama taurino. Y es que algo se está moviendo. Algo está cambiando. Los cimientos de la Fiesta se están tambaleando. Lo de López Simón este año ha sido la llave que les va a abrir a muchos toreros jóvenes con proyección la puerta de los carteles de relumbrón. López Simón ha hecho camino para que los Garrido, Roca Rey y varios más puedan saborear lo que hasta ahora estaba prácticamente prohibido para los noveles. Las figuras por fin se han convencido de que el cambio generacional es posible y necesario. Pero lo han hecho no porque piensen que están en la etapa final de su carrera. Lo han hecho porque este año han roto en grandes toreros varios chavales que merecen a la fuerza estar ahí. Nos hemos hartado de pedir todos estos años que los jóvenes entraran en los carteles de las figuras. Nada. No lo hemos conseguido. Tan sólo Iván Fandiño logró entrar en algunos (pocos) después de que el aficionado lo haya pedido de una manera insistente y repetitiva. Por desgracia, Fandiño no acabó de cuajar en esos carteles porque sencillamente muy pocas veces estuvo al mismo nivel que las principales figuras del toreo. Con Saúl Jiménez Fortes y Juan de Álamo pasó algo parecido hace un par de temporadas. Otros intentos baldíos. Todo esto me y nos debe hacer reflexionar. Debemos preguntarnos porqué desde la irrupción de Talavante hasta este preciso momento ningún torero ha sido capaz de ponerse a la altura de las seis o siete primeras figuras del toreo. La respuesta es muy sencilla: desde la aparición de Talavante en 2006 hasta el día de hoy en que han roto muy fuerte toreros como López Simón, José Garrido, Roca Rey y alguno más, no ha habido nadie que le haya puesto las perras al cuarto a los que teóricamente mandan porque se lo han ganado. Así lo pienso. Ahora muchos dirán que si en estos años varios toreros con proyección de futuro han sido vetados por las figuras, que si les han echado la zancadilla en los despachos, que si esto, que si lo otro... Perfecto. Yo también lo he creído. El problema es que no tengo pruebas para demostrarlo y lo que a día de creo es que si alguna figura se ha negado a torear con uno de esos supuestos toreros emergentes que en realidad no lo era ha sido precisamente por eso: porque no lo era. Ya no me creo eso de los vetos porque los que están ahí arriba, sobre todo tres o cuatro de ellos destrozan en el ruedo al más pintado. Hasta este año. Como digo, llevábamos mucho tiempo sin varios toreros tan interesantes como los que han roto esta temporada. Y ante eso nadie se puede negar. Ante eso los carteles se abren solos. Las puertas de esas corridas se caen de la fuerza que hace la afición y de las patadas que le pegan los toreros emergentes que sí tienen fuerza, proyección e interés de verdad. Aquí las medias tintas no valen. O tiras la puerta de una patada o ni te molestes en llamar. Si no vas con esa disposición no te hacen ni caso. Las figuras saben lo que cuesta llegar hasta ahí y no van a compartir cartel con cualquiera. Tan sólo con los que la afición y las empresas piden a gritos. Repito: a gritos. Lo que pasó el día 17 de septiembre en Albacete es la confirmación de algo que ya venía fraguándose y que esa tarde definitivamente reventó. Ante la baja por cornada de Miguel Ángel Perera, todo el mundo pidió a López Simón y a José Garrido para compartir cartel con El Juli. Estoy seguro que hasta este último también lo pidió y si no lo hizo, lo vio de gran agrado. Estos sí que se merecían entrar en ese cartel. Por tanto, permítanme dudar de la existencia de un sistema cerrado. Permítanme que desconfíe de ello. Ya no me vale aquello de que las figuras torean juntas para asegurarse el “no hay billetes”. Este año se ha demostrado que la inclusión en esos carteles de relumbrón de un torero que es novedad e interesa de verdad -repito: interesa de verdad-, no deja cojo un cartel a priori de máxima expectación. El aficionado quiere ver competencia real entre toreros. Se esté más o menos de acuerdo, desde Talavante no había irrumpido con tanta fuerza ningún torero como este año lo han hecho los que he citado.. Veremos a ver si es cierta la previsión que todo el mundo hace con respecto al año que viene. La temporada de 2016 debe ser la del cambio definitivo y la de la renovación de escalafón y carteles. Yo confío en que así será. De lo contrario volveré a pensar que los Reyes Magos sí que existen y que todo esto es definitivamente un lodazal putrefacto donde no se puede aguantar ni un minuto más.

1 comentario:

  1. Buenas tardes señor Yuste, mire usted, que yo discrepo. Pienso, que si se han abierto a estos toreros nuevos, es ni mas ni menos, que ven que con su compañia en el ruedo, volveran a llevar mas gente a la plaza de la que ultimamente llevaban, y de esta manera, poder exigir los dineros que piden. De la misma manera, me atrevo a decirle a usted, que a dia de hoy er Juli, y el de la Puebla, si desaparecieran de la Tauromaquia, le harian un gran favor a esta. Una opinion.
    Un saludo.
    Kaparra

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