miércoles, 16 de marzo de 2016

La mejor defensa...

Sé que no voy a decir nada nuevo sobre el 13M de Valencia. Sé que todo está dicho. Hay poco más que añadir. Escribo estas líneas para decir que sigo emocionado con lo que allí pasó. También lo hago para reflexionar. Vayamos por partes... Jamás he visto una concentración tan multitudinaria en cuanto al ámbito taurino se refiere. Miles de personas gritando “libertad” es algo que pone los pelos de punta. Y si además de los aficionados está todo el toreo la cosa ya es de perogrullo. Por fin todos los estamentos taurinos se han unido por una buena causa. Por fin han dejado sus egoísmos y rencillas aparte. La Fiesta necesita de todos y todos arrimamos el hombro el pasado domingo en Valencia. Chapó por el mundo del toro en general. Pero, ¿y ahora qué? ¿Qué va a pasar en los días venideros? ¿Vamos a seguir defendiendo la Fiesta? ¿Vamos a seguir gritando “si a los toros”? Y lo que es más importante: ¿vamos a llenar las plazas? La respuesta a todo ello debería de ser un sí rotundo. No cabe otra opción. No podemos juntarnos casi cincuenta mil personas en las calles de Valencia para decir alto y claro que somos taurinos y luego no ir a la plaza. Sería una terrible incongruencia. Pero por desgracia, el sí rotundo a la Fiesta que gritamos el domingo parece que ya se ha empezado a diluir. Y me explico... La mañana del domingo, antes de la manifestación, la plaza de toros de Valencia registró una entrada hasta la bandera para ver el espectáculo de los recortadores. Pocas veces he visto una plaza tan llena. Aquello parecía un hervidero. La gente no cabía. Literal. Esperaba lo mismo por la tarde en la corrida de a pié. Lamentablemente no fue así. Es cierto que hubo tres cuartos largos de entrada, pero yo sinceramente esperaba el reventón de la mañana. Mis ilusiones al trate. Y todo ello sin contar la gran cantidad de personajes invitados a la manifestación que entraron a la corrida gratis. Un buen amigo de Valencia afín a la empresa me asegura que fueron en torno a quinientos. La novillada del viernes pasado registró un más que pobre un tercio de entrada. La corrida del sábado lo mismo. El domingo los tres cuartos menos los invitados. La novillada del lunes un tercio también, y la corrida de ayer media plaza. Por todo ello yo me pregunto: ¿por qué nos manifestamos el domingo? ¿Por las corridas de toros? ¿Por el toro en la calle? ¿Por la no prohibición de los espectáculos taurinos? ¿No se dan cuenta que la mejor manifestación que se puede hacer en favor de la Tauromaquia es llenar todos los días la plaza? ¿Qué estamos haciendo mal? A veces no entiendo nada. Es muy triste ver cincuenta mil personas manifestándose en favor de los toros y luego ver un tercio de entrada cada tarde. Dicho esto, esta tarde vendrá “El Soro” y pondrá el cartel de “no hay billetes”. Pero eso ya no es afición, sino morbo, con lo que no me vale. Vendrán las figuras y se llenará la plaza. Tampoco me vale. Eso es jugar a caballo ganador, y en muchos casos, postureo del bueno. La Tauromaquia lo que necesita es aficionados que bajen al barro y de ahí para arriba. Público abundante que llene las plazas hasta en las novilladas sin picadores. Todo lo demás no me sirve. Hay que ir a la plaza. Los políticos y los antitaurinos deben saber que amamos esta Fiesta. Tienen que ver que llenamos las plazas cada tarde. Tenemos que aburrirles a base de ser más constantes en nuestra afición que ellos por destruirla. A la Tauromaquia hay que quererla sin trampa ni cartón. Plena. Esa es la mejor defensa que podemos hacer.

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