lunes, 3 de octubre de 2016

A cuentagotas...

La temporada toca a su fin y es momento de hacer balance. Debemos valorar de modo crítico el estado en el que ha quedado el corral. Debemos considerar si las expectativas que se marcaron al inicio de la campaña taurina de 2016 se han cumplido.
Así a bote pronto quiero hablar de un tema que para mí es fundamental en estos tiempos taurinos que corren: el relevo generacional. Si bien es cierto que algunos jóvenes han entrado en los carteles de relumbrón, también lo es que a otros les ha costado un mundo y lo han hecho con cuentagotas. Y es que a excepción de Alberto López Simón y Andrés Roca Rey, pocos han sido los que han disfrutado de esas tardes a la vera del oro que más reluce.
Dirás que esos dos toreros han sido los que más méritos han hecho durante la última temporada española y americana para ocupar esos puestos en las principales ferias de este 2016. Cierto. Pero también lo es que ha habido otros toreros jóvenes que han andado fenomenal este año y que se las han visto negras para torear con las figuras. Alguno como José Garrido lo ha logrado ya casi terminando la temporada gracias al puñetazo encima de la mesa que pegó en la reciente feria de Bilbao. Y si no llega a ser por eso, estaría a buen seguro en su casa aburriéndose tela.
Toreros como Paco Ureña, Román, Ginés Marín, Álvaro Lorenzo, el mismo Curro Díaz, Morenito de Aranda, Javier Jiménez… Toreros todos estos y alguno más que seguro me dejo que ha debido de torear más y en mejores condiciones. Y es que si se quiere un cambio real hay que apostar fuerte por los jóvenes y no basar ese filtro en el resultado de sus actuaciones en Madrid. Las Ventas ya no es lo que era en el aspecto de lanzar o hundir toreros. Hoy se premia más la regularidad en las actuaciones que los golpes fuertes en la primera plaza del mundo. Hoy se gana más a los puntos que al K.O. Y eso tiene su parte positiva porque una mala tarde la puede tener cualquiera.
El cambio está llegando a cuentagotas. Pensábamos que iba a ser este año. Pero no ha sido así en su totalidad. Falta imaginación en los empresarios. Falta sobre todo valentía a la hora de poner a los nuevos. Valentía he dicho sí. Porque por las figuras ya no es. Y si no a las pruebas me remito: varias de ellas han compartido cartel con los jóvenes esta temporada cuando se lo han requerido. Y sin rechistar. Tampoco creo ya en ese famoso "sistema" que tanto hemos repetido hasta creernos que era el causante de todos los males de la Fiesta. Y es que la realidad es muy sencilla: basta con toreros que tengan interés para el aficionado y un empresario con agallas para ponerlos. Ayer conocíamos la noticia de que Simón Casas va a ser el nuevo empresario de Las Ventas. Ahora que el productor francés va llevar los destinos de la plaza de toros más importante del mundo, es el momento para darle una vuelta de tuerca definitiva a esto. Precisamente si algo tiene Simón es imaginación y valentía. Y lo ha demostrado en todos los cosos que ha regentado hasta el momento. Parte del futuro de la Tauromaquia en nuestro país está en sus manos. Ojalá acierte y su ejemplo sirva para muchos empresarios a la hora de insuflarle un soplo de aire fresco a la Fiesta.

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